Columna AJo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán.

“El Canelo” Álvarez busca monopolizar todas las rutas del transporte púiblico en el sur de la metrópoli de Guadalajara con su recien adquirida empresa de transporte público “El Salto” al comprar flamantes camiones que aparecen por la ciudad sustituyendo las viejas unidades de rutas como la 178 y 177 que conectan el centro de la urbe con el municipio de El Salto, pero además día a día, hace cambios en la empresa que compró como pagar mil pesos libres a los camioneros que tienen que trabajar desde las cuatro de la mañana hasta las doce de la noche.

El problema con el transporte público en la ciudad es principalmente la explotación laboral a la que están sometidos los trabajadores ya que sufren castigos economicos de 300 pesos por no cumplir con el horario de una “vuelta” sin considerar los contratiempos por tráfico intenso o embotellamientos por lo que es comun que los camioneros se quejen y renuncien pasando de empresa por empresa.

Una vez a “El Canelo” le renunciaron 9 trabajadores del volante por lo que habló con los jefes y supérvisores de la empresa advirtiéndoles que si seguian maltratando a los trabajadores los correría a ellos. Desde entonces cesaron los maltratos y los castigos injustificados. “Los chóferes son los que arriman el dinero, tratenlos bien”, habría dicho “El Canelo”.

Y es que, los trabajadores sufrén a todos, a los pasajeros que a veces ni se bañan en días, a los ofensivos, en fin a toda clase de pasajeros y ni tienen comedores, ni baños en la rutas, comen en los camiones mientras manejan. Hacen sus necesidades en baños publicos, casi siempre en las terminales pero de inmediato son amenazados por supuestamente perder tiempo. Tiene que lidiar el tráfico, con los agentes de tránsito que siempre buscan “la mordida”.

La empresa de “El Canelo” llega por el momento a tres municipios de la ciudad, Chapala, El Salto y Tlajomulco en los que impone nuevas rutas como la de la 178 de Cima Serena, en El Salto para afectar a rutas como la 54-A o la 176-C entre otras.

“Quien va poder con un megamillonario, el mete 10, 20 camiones a una ruta y hace tronar a los que tienen tres camiones” comentan los chóferes a sus amigos pasajeros o con los varilleros, vendedoros de distintos alimentos en los camiones.

A pesar de la fuerte inversión y de los cambios, los chóferes siguen con horarios inhumanos y los miles de pasajeros siguen esperando hasta una hora en colonias como la Azucena donde se forman colas de cientos de personas mientras ven pasar camiones de la ruta 178- Lilas que van vacios por las nuevas implementaciopnes del “Canelo”. A ver si tanta inversión no resulta en lavado de dinero.