La ex esposa del “Chapo”, su hermano Noel y cuando el ejército alteró un narcomensaje implicando a Eddy

La primera vez que vi a Griselda López Pérez fue en la oficina de Ríodoce. Teníamos un piso en el 767 de la calle Francisco Villa y fue acompañada de dos abogados, uno muy joven, pasante tal vez. Habíamos publicado un reportaje que involucraba a su hermano Noel y que hicimos a partir de hechos ocurridos frente a la Novena Zona Militar y archivos confidenciales de la SEDENA que amanecieron un día debajo de la puerta.

El 19 de septiembre de 2006 fue arrojado un cadáver frente a la entrada de la zona militar y le dejaron un recado al entonces comandante de la guarnición, Rolando Eugenio Hidalgo Eddy. “Por dedo, Eddy”. Fue tiempo después que recibimos informes “secretos” de las áreas de inteligencia del Ejército en esta zona y descubrimos que el mensaje que dejaron sobre el cuerpo de Jesús Enrique Parra Torres había sido alterado por la milicia. A la frase “Por dedo… Eddy”, le agregaron “Atte Noel L.P.”, en referencia al hermano de Griselda.

La visita de la señora a nuestra redacción fue con el fin de aclarar que su hermano no tenía nada que ver con actividades ilícitas. Le pedimos que el muchacho nos diera una entrevista para que él mismo se defendiera y aceptó. La manipulación del mensaje era incontrovertible por las fotografías que los mismos soldados habían tomado y que anexaron al informe del hecho. Le pedí entonces a Javier Valdez que fuera a realizar la entrevista, que sería al día siguiente en Jesús María. Ya habían matado a Edgar Guzmán López y se construía a un costado del cementerio un imponente mausoleo. Javier fue recibido con cortesía, pero al final Noel no quiso dar la entrevista, así que el Bato se regresó solo con un par de bolsas de empanadas y coricos que se hacían en hornos de la familia y que le habían regalado. Acordaron mejor que se publicara una nota donde Griselda aclaraba las cosas con la condición de verla antes de ser subida a internet; volvió el abogado joven a la oficina, la imprimimos, se la llevó y al rato nos llamó por teléfono y nos dijo que mejor no se publicara nada. En julio de 2023, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Noel López Pérez en una lista de colaboradores de los Chapitos.

La segunda visita de la ex esposa del Chapo Guzmán a Ríodoce fue en octubre de 2012 cuando en una garita de San Ysidro detuvieron a Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, hija del capo, pero de su primera esposa. El 99 por ciento de los medios que dieron la noticia la acompañaban de la fotografía de la hija de Griselda, Grisel Guadalupe, y eso la preocupó. Creyó, tal vez, que nosotros habíamos hecho lo mismo, pero no fue así. Yo tenía muy bien ubicada a su hija —de la otra señora no hay muchas fotos— porque en esos años la plebada narca subía centenas de fotografías a Metroflog —luego a Facebook y a Instagram— y entre ellas aparecían fotos de Grisel. No, le dije, vea la nota, nosotros no pusimos fotos de su hija, porque, además, la ubicamos muy bien, mire. Y le mostré en mi computadora una carpeta con dos decenas de fotografías de su hija en sus viajes y fiestas. ¿Y por qué las tiene?, me preguntó. Porque ella o sus amigos las suben a redes sociales, dije. Se tranquilizó, hablamos un rato —allí estaba Javier—, y solo permitió que le tomara fotos a su bolsa de mano, una Louis Vuitton. Cuando salió la vimos por la ventana subir a una camionetita blanca con vidrios impenetrables.

La tercera vez que la vi fue en un torneo de pesca de lobina en la presa El Varejonal. Lo organizaba el municipio de Badiraguato y la salida de los equipos era por Jesús María. Fue en la tarde, cuando las lanchas ya regresaban para pesar sus capturas. Preferí que no me viera, uno nunca sabe. Ya muy entrada la tarde llegaron hasta donde estaba Griselda dos patrullas de la policía municipal. De pronto los policías se formaron haciendo una media luna y ella se paró enfrente y les dijo durante varios minutos algo que no escuché. Una especie de comandante pero sin uniforme. Había llegado al campamento en una Land Rover.

Bola y cadena

REGRESÉ A JESÚS MARÍA días después de que se llevaron a Ovidio en medio de aquella refriega que dejó muertos por todos lados. Pregunté por ella y me dijeron que no estaba en el pueblo. Volví acompañado de Roxana en julio, tal vez agosto del año pasado, a partir de que Joaquín se entregó a los Estados Unidos llevando consigo ese “regalo caro” a los gringos, el Mayo. Fuimos a su casa y pedimos hablar con ella para una entrevista. Alguien llevó el recado y volvió para decirnos que no estaba. Y si estaba no quiso recibirnos, aunque esta vez no hubo ni coricos.

Sentido contrario

AHORA LA SEÑORA ESTUVO AL FRENTE del grupo de 17 miembros de su familia que cruzaron la garita de San Ysidro para ponerse bajo resguardo del gobierno norteamericano producto de una negociación de su hijo Ovidio con los fiscales norteamericanos. Si va su hermano en la bola, ya se sabrá.

Humo negro

RECUERDO EL FESTÍN DE MUCHOS morenistas cuando Gerardo Vargas se afilió a su partido. Lo mismo pasó con los panistas cuando Malova compitió por el PAN contra Jesús Vizcarra y Vargas era su brazo derecho. Ahora el alcalde desaforado de Ahome enfrenta acusaciones que lo están descarrilando de la lucha por la gubernatura, su sueño dorado. Es demasiado listo y tiene mucho dinero, sus dos pecados capitales. Por eso la implacable y solicitada acción de auditores, fiscales y jueces.

Artículo publicado el 01 de junio de 2025 en la edición 1166 del semanario Ríodoce.