La empresa privada en México es no sólo tercermundista sino abusiva y ruin. No dan seguro, amenazan, hostigan, ofenden, explotan y humillan a las personas. Podrido el Estado, podridos los empresarios.
He trabajado hasta 17 horas por un sólo salario y me han tratado de “culero” sólo porque si, el fino millonario de Rene de Anda, del Merendero San Marcos, que con ver la llegada de clientes a su lugar en vez de dar gracias a Dios empiezan a maldecir y a hostigar a los trabajadores, lleno de nervios y odio.
Que decir de personas como los empresarios del Agropecuario, como Gustavo Sandoval que pagan por día sin ninguna prestación y te corren sin pagarte siquiera el turno del día que perpetran su ruindad. Se portan como si ellos fueran los miserables, y lo son.
O el homosexual, jefe de Recursos Humanos de Soriana que me denunció como mal empleado porque no me revolqué con él en Soriana. Por no tener su perversión mental.
No terminaría de enlistar y denunciar a malos empresarios, pero basta con lo sabido en este ranchito, llamado Aguascalientes. Todos conocen a estos señores.
