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Foto: Ríodoce.

Por Cuauhtémoc Villegas Durán / Data2

México amaneció el 25 de octubre con 56 nuevas víctimas de homicidio doloso reportadas por las fiscalías estatales y dependencias federales, según el corte oficial al 24 de octubre de 2025. Aunque la cifra diaria parece moderada en comparación con los años anteriores, detrás de esos números se sostiene el mismo pulso de violencia que desde hace dos décadas oxida las entrañas del país.

Los datos muestran una dispersión territorial del crimen:
los mayores registros se concentraron en Sinaloa (8), Guanajuato (7), Jalisco (4), Chihuahua (4) y la Ciudad de México (5). Estados que en conjunto sumaron casi la mitad de las muertes del día.

Aun así, 15 entidades no reportaron ningún homicidio, un fenómeno estadístico inusual que refuerza la tendencia descendente observada durante los últimos cuatro meses. En contraste, zonas como Michoacán, Chiapas y Oaxaca mantuvieron la línea roja del sur del país, con tres víctimas cada uno, en jornadas marcadas por ataques rurales y ajustes silenciosos entre bandas locales.


Tendencia: el país mata menos, pero no mejor

Las cifras nacionales confirman una reducción sostenida de la violencia homicida durante 2025.
El promedio diario de asesinatos en octubre es de 51.2, el más bajo desde que se lleva el registro moderno iniciado el 5 de diciembre de 2018.

MesVíctimasPromedio diario
Junio 20251,81860.6
Julio 20251,75456.5
Agosto 20251,63452.7
Septiembre 20251,58752.9
Octubre 2025 (al día 24)1,22851.2

El descenso es claro: México registra casi 20 homicidios menos por día que hace un año, cuando octubre de 2024 promedió 73.9 víctimas diarias. Sin embargo, detrás del alivio estadístico se oculta otra historia: la reconfiguración silenciosa del crimen, el repliegue táctico de grupos armados y la creciente fragmentación de las redes locales que siguen controlando territorios enteros sin necesidad de hacer ruido.


El espejismo de la calma

En estados como Guanajuato y Sinaloa, donde los números repuntaron en las últimas 24 horas, las autoridades presumen “control” mientras los cuerpos siguen apareciendo en brechas, carreteras o casas de seguridad.
La violencia mexicana parece aprender a administrarse, a bajar el volumen sin dejar de operar.
El país mata menos, sí, pero con la misma precisión y frialdad: más silencios, menos balaceras; más control local, menos visibilidad nacional.


Conclusión

El octubre de 2025 se perfila como el mes con menos homicidios dolosos del sexenio, pero no necesariamente como el más seguro.
Las cifras descienden, las morgues se vacían lentamente, pero el miedo sigue siendo la cifra negra que ninguna estadística mide.

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