



El asesinato se perpetró en sincronía con la conferencia matutina de Sheinbaum, dedicada a los avances de seguridad.
Los Ángeles Press
El asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ocurrido el martes 20 de mayo en la colonia Moderna, ha captado la atención de especialistas en criminalística. Diversos indicios apuntan a que se trata de un crimen de alto impacto, con posibles implicaciones políticas y de seguridad. A continuación, se enumeran los elementos más relevantes que analistas consideran clave en el desarrollo de la investigación:
1. Perfil del agresor: alta capacidad táctica
Los disparos fueron precisos y agrupados, lo que sugiere que el atacante poseía entrenamiento especializado. Existe ya una versión de que el agresor es un policía de la Ciudad de México. Testigos relataron que el agresor llegó en motocicleta, se acercó al vehículo de las víctimas y disparó a quemarropa antes de huir. La motocicleta fue encontrada posteriormente en las cercanías. Esta forma de operar indica un nivel de profesionalismo que podría estar vinculado a grupos con experiencia en operaciones de alto riesgo.
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2. Posible ejecución planeada por una célula organizada
Los indicios apuntan a que el ataque fue llevado a cabo por una célula que estudió detalladamente la rutina de las víctimas. El uso de motocicleta y la precisión en los disparos sugieren una planificación meticulosa. Este tipo de operaciones suelen ser ejecutadas por grupos con recursos y estructura organizativa.
3. Impacto político: golpe a la administración de la 4T
Ximena Guzmán y José Muñoz eran colaboradores cercanos de Clara Brugada, lo que convierte este asesinato en un ataque directo al núcleo de la administración capitalina. Además, el hecho ocurre en un contexto político tenso, lo que podría indicar que el objetivo era enviar un mensaje a la 4T y sus aliados.
4. Momento estratégico del ataque: durante la conferencia matutina
El asesinato se produjo en la mañana, en torno a las 7:30 horas (Cdmx) coincidiendo con la conferencia matutina de la presidente Claudia Sheinbaum. Esta sincronía sugiere que los responsables del ataque buscaron maximizar el impacto mediático y político, aprovechando la atención nacional centrada en la conferencia.
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5. Elementos forenses: evidencia balística y rastros en la motocicleta
Peritos de la Fiscalía capitalina recuperaron al menos ocho casquillos percutidos calibre 9 mm en la escena del crimen. Un análisis balístico preliminar indica que todas las balas provienen de una sola arma de fuego, lo que refuerza la hipótesis de un solo tirador con alto control del arma. Además, los casquillos estaban agrupados en un radio de menos de un metro, lo que sugiere disparos a corta distancia y con precisión quirúrgica.
La motocicleta utilizada para el ataque, hallada abandonada a cuatro calles del lugar del homicidio, fue asegurada por servicios periciales. Se encontraron huellas dactilares parciales en el manubrio y restos de una sustancia química compatible con residuos de pólvora, lo que podría vincular directamente al conductor con el arma utilizada. Los resultados de estas pruebas podrían ser clave para establecer la identidad del agresor y confirmar si se trata, como se especula, de un miembro activo o exintegrante de una corporación policial.
Conclusión
El asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz presenta múltiples signos de haber sido una ejecución cuidadosamente planificada, con un alto nivel de profesionalismo y posibles motivaciones políticas. La combinación de factores tácticos, el perfil de las víctimas y el momento del ataque apuntan a un crimen que trasciende lo personal o circunstancial, situándose en el terreno de lo estratégico y simbólico.
La criminalística aún tiene por delante el reto de determinar la autoría intelectual, esclarecer si hubo complicidad interna, y confirmar el móvil detrás del doble homicidio. Mientras tanto, el hecho deja un mensaje claro: los actores políticos en la Ciudad de México operan en un entorno donde la violencia puede ser utilizada como herramienta de presión o intimidación.
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Este crimen no solo sacude a la administración de Clara Brugada, sino que pone bajo la lupa la seguridad de los operadores políticos en un país donde la línea entre lo criminal y lo institucional parece cada vez más difusa.