


Migrantes denuncian racismo y separación de menores en Tenerife
El Centro de Acogida Integral de Santa Cruz de Tenerife acoge a 150 personas y se han manifestado para denunciar el trato al que están siendo sometidos.

Los Ángeles PressSábado, 26 de Abril del 2025
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Familias migrantes denuncian racismo, negligencia y separación forzada de menores en un centro de acogida en Tenerife.
Los Ángeles Press
En Santa Cruz de Tenerife, el defensor de derechos humanos Diallo Ablaye denunció que las familias migrantes africanas alojadas en el Centro de Acogida Integral han sufrido un trato racista, negligente y deshumanizador. El centro, que acoge actualmente a unas 150 personas y funciona en las instalaciones de una antigua cárcel, está gestionado por la Cruz Roja.
La protesta se inició en las puertas del centro, donde los migrantes reclamaron la devolución de sus hijos menores, con quienes llegaron a Canarias en cayuco junto a sus parejas. Portaban un manifiesto en el que detallaban múltiples “atropellos” y “vulneraciones de derechos humanos”. “No podemos soportarlo más tiempo”, expresó Amadou, uno de los portavoces del grupo. “¿Te imaginas que siendo 150 personas con situaciones muy graves, solo tengamos una psicóloga, una abogada y dos trabajadoras sociales? ¿Dónde está el dinero que los gobiernos entregan a la Cruz Roja para atendernos?”, cuestionó.
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Entre las principales quejas, los manifestantes, acompañados de Diallo Ablaye, destacaron la falta de información sobre sus derechos legales, la casi inexistente formación en español y las dificultades para integrarse o encontrar empleo. “Llevamos meses, incluso más de un año, y solo sabemos decir hola. Eso nos deja completamente desprotegidos”, afirma Amadou.
Comida en malas condiciones y restricciones alimentarias
Las denuncias también apuntan a las condiciones alimentarias. Según varios testimonios, la comida servida en el centro estaría en mal estado: “A veces congelada, a veces podrida, a veces con residuos”. Algunas madres relatan que sus hijas se acuestan con hambre y que se les prohíbe guardar alimentos para la noche. “Nuestras hijas y nosotras nos vamos a menudo a la cama sin comer lo suficiente”, relatan con indignación.
Varias mujeres, además, han declarado no haber visto a sus hijos desde hace meses. Mauhanhwa, migrante de Guinea Conakry, contó –a través de un intérprete de la organización OPAM España– que lleva cinco meses sin saber nada de su hijo de tres años. Fue hospitalizada y, al salir, su hijo ya no estaba. “Solo me dicen que tenga paciencia”, explica.
Otra madre asegura haber llegado a Canarias embarazada de seis meses. Dio a luz en territorio español y desde entonces, han pasado siete meses sin que reciba información alguna sobre su bebé.
Protestas, tensión y una mediadora clave
La tensión escaló durante la jornada. Tras una primera concentración matinal en el exterior del centro, por la tarde se repitieron las protestas dentro de las instalaciones. El detonante fue el traslado de una menor declarada en situación de desamparo, lo que generó indignación entre los residentes.
Ante la situación, se desplegaron unidades de la Policía Nacional y de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife para contener la protesta y negociar con los migrantes. Finalmente, gracias a la intervención de una mediadora, se alcanzó un acuerdo durante la madrugada y la protesta se disolvió sin incidentes.
En el centro viven actualmente mujeres con niños y algunos padres. Las familias piden, por encima de todo, respeto, claridad en los procesos, condiciones dignas y la reunificación con sus hijos.