


El 80% de los 135 electores fueron escogidos por el papa Francisco, quien incrementó el peso de Latinoamérica o Asia.
Por Raúl Rejón / Raúl Sánchez / Yuly Jara
Quienes eligen al nuevo Papa marcan la orientación de la Iglesia católica – y todo lo que arrastra en la geopolítica global–. La composición de ese cuerpo electoral, quién los escogió, de dónde vienen o cuál es su biografía, determinan de alguna manera la elección papal.
En el cónclave que elegirá al nuevo Papa que sucederá a Francisco votan exclusivamente los cardenales electores: son los miembros del colegio cardenalicio que no hayan cumplido 80 años cuando acontece la sede vacante. En principio existe el número límite de 120 electores, pero ese tope puede sobrepasarse –como ocurre en esta ocasión– si el Papa ha nombrado más cardenales electores porque él es quien dicta la cifra en última instancia. El cónclave del que surgió Francisco tuvo 115 electores, ahora son 135 (el número total de cardenales está en 252). En el suigiente gráfico puedes consultar su origen, sus nombres, su edad y quién los ha nombrado.
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Los 135 cardenales que elegirán al próximo papa

Los electores son cardenales que, como todos, han sido nombrados por el Papa gobernante en su momento. Ésa es una de las palancas políticas que puede articular un pontífice al marcar la línea del colegio mediante sus nombramientos.
Aun así, las elecciones anteriores se mantienen en el tiempo incluso desaparecido el pontífice que los escogió: en este sentido, todavía permanecen cinco electores que fueron nombrados cardenales por Juan Pablo II, quien murió en 2005 y otros 22 herencia de Benedicto XVI.
A pesar de tener solo 76 años, el que fuera número tres del Vaticano, Angelo Becciu, está desprovisto de derechos cardenalicios desde 2020 tras el escándalo del desvío de dinero destinado a los pobres para la especulación inmobiliaria. Los tribunales vaticanos le condenaron a cinco años de cárcel que fueron recurridos.
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El 80% del cuerpo electoral ha sido nombrado por Francisco, que ha equilibrado mucho la balanza, anteriormente muy descompensada hacia la representación europea. Así, Bergoglio ha nombrado 148 cardenales de los que 108 tienen derecho a votar en 2025. La “universalización” de cardenales que ha llevado a cabo ha incrementado el peso de los electores de Latinoamérica, Asia o África. De hecho, Francisco ha sido el pontífice que más cardenales no europeos ha creado.
Esto ha provocado que, cuando se cierren las puertas de la capilla sixtina a la voz de extra omnes (todos fuera), nunca se haya convocado un cónclave tan diverso en cuanto a procedencia de sus cardenales. Quizá sea una de las herencias más evidentes de un Papa que, como el mismo Francisco se presentaba, vino “del fin del mundo”, al hacer referencia a su origen argentino. A pesar de todas estas realidades, Europa se mantiene como primera potencia con 53 electores.
Además, si se mira por por países, Italia es el estado que contará con más cardenales electores con 17 purpurados. 15 de ellos han sido nombrados por Bergoglio. Hay que tener en cuenta que de los 266 papas, el 80% han sido italianos. Desde 1523 a 1978 todos fueron trasalpinos. Sin embargo, desde ese año ningún italiano acabó como Papa. Sigue en la lista de países EEUU, con 10 cardenales y Brasil con otros siete votantes.
Aunque durante estas jornadas, como ocurre casi siempre al abrirse la sucesión papal, se escuchará mucho hablar de conseguir un papa para una iglesia que se adapte a los nuevos tiempos, lo cierto es que el colegio cardenalicio es un organismo de edad avanzada. La edad media está en los 77,5 años.
A la Capilla Sixtina acudirán a votar, por un lado, algunos de los considerados hombres de Francisco en España, encargados de llevar adelante la política de Bergoglio frente al búnker ultraconservador episcopal. Ahí están el arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro, el de Barcelona –y anterior presidente de la Conferencia Episcopal–, Juan José Omella y el arzobispo de Madrid, José Cobo –una elección progresista de Francisco para la mayor diócesis española– . Los tres llegaron al cardenalato de la mano del Papa recién fallecido.
En el otro lado del espectro político entrará en el cónclave uno de los miembros de ese búnker: el arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares, quien fue llamado a capítulo por Francisco por sus críticas contra los homosexuales. Cañizares fue nombrado cardenal por Benedicto XVI.
Además, tendrán voto otros tres cardenales españoles que acudirán desde otros puntos del planeta: el arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero, el de Ajaccio, el navarro-francés, François Xavier Bustillo Rípodas y el cardenal Ángel Fernández Artime que recibieron el capelo rojo de Francisco.
Fuente: elDiario.es