Blindar al CJNG

Aguascalientes, Ags. México.- Este estado tiene puertas de acceso como aduanas resguardas por autoridades estatales y federales para un supuesto blindaje que ya no existe ya que, un grupo criminal dominante realiza operativos en toda la región sin ningún tipo de límites y las autoridades se ven obligadas a servirles y a cumplirles sus deseos.

Durante años, Mario González, operador del Cartel de Sinaloa resistió en la frontera de Jalisco, al suroeste de Aguascalientes y, hasta el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) primero tomó el estado de Aguascalientes que los municipios de Villa Hidalgo y Teocaltiche y no lo lograron, hasta este año cuando, secuestraron al hijo y la esposa del presidente municipal para lograr así, deponer al secretario de Seguridad y tomar el control de los dos únicos municipios de los 125 de Jalisco que el CJNG no tenía en su poder.

Para lograrlo hicieron dos operativos en los que secuestraron a los familiares del presidente y demostraron que van y vienen rompiendo el supuesto blindaje. En el primero, secuestraron al hijo del presidente municipal en Aguascalientes y lo llevaron a Tepatitlán, Jalisco y, en el segundo secuestraron a su esposa y la llevaron a Zacatecas, donde habría sido liberada por Jalpa, en los límites con Calvillo, Aguascalientes, al poniente de este estado.

En todo México supieron de la situación y hoy, en la disputa, han desaparecido y matado al menos, a una decena de policías municipales y la corporación, ha sido tomada por el ejército, quienes realizan las tares de protección, aunque los pobladores se quejan de que no hacen nada y que, según ellos, la Policía Estatal está matando a las personas donde las encuentra, es decir están llevando a cabo, la labor de sicarios del narco para limpiar la plaza.

El miércoles Luis Ernesto Chávez Regino, de 31 años de edad, policía municipal fue sustraído de su domicilio para ser asesinado afuera de su casa. El domingo 6 de abril se registró en el municipio, un cuádruple homicidio, pues tres hombres y una mujer fueron ultimados a tiros, en una finca de la comunidad Los Tepetates. El sábado 12, este reportero vio el funeral de una joven, al parecer menor de edad que habría sido asesinada supuestamente por policías estatales junto a otras tres personas. Los hechos habrían sucedido unos cuatro días antes. El Ejército está en el centro por lo que, por seguridad piden a este reportero no tomar más fotos. Al salir del pueblo, una patrulla de la Policía Estatal nos cierra el paso dos veces, deteniéndose enfrente de nosotros. Me piden decir que pepeno cartón y que no sé nada más de mi acompañante. Minutos antes él preguntaba cuál sería el camino más seguro para Aguascalientes, regresar por Villa Hidalgo o por la carretera a México. La segunda ruta es la más segura, aunque hay que pasar por la “Chona”, otro municipio conocido por su violencia.

Tampoco los tocan dentro

“Venían a reventar por orden del CJNG” dicen a este reportero detenidos y testigos de la incursión de la policía estatal cuando aún Manuel Alonso era secretario.
Unos días antes los policías intentaron ingresar al mercado, pero fueron rechazados a
golpes por los trabajadores del CJNG y del Agropecuario por lo que el 7 de febrero lo logró con apoyo de fuerzas federales pero el 8 entró sólo para revisar negocios señalados, uno de ellos fue una carnicería donde se llevó a trabajadores sólo porque
sí y les robaron su dinero, a un trabajador le robaron 3 mil 500 pesos y a un cliente 13 mil 500. A la fecha siguen dando vueltas a la Fiscalía sin poder
recuperar su dinero.
“Fue una decisión política” dijeron a los patrones, los abogados que nada pudieron ante la ola de violaciones y torturas como ponerles una bolsa en la cabeza para que no pudieran respirar y también los hicieron hacer zancadillas, desnudos y desnudas para que expulsaran droga del ano o la vagina, lo que no sucedió.
Por supuesto, el ahora fiscal, como siempre y en toda la ciudad, dejó intactas tiendas y a miembros del CJNG. Como en Jalisco, el CJNG se ha apropiado de casas y locales para hacer las tiendas de droga a las que sólo llegan las policías por sus cuotas ya
que, el cartel los tiene bajo su dominio con amenazas y dinero.
Fueron 77 los detenidos pues un día después de la primera incursión con fuerzas federales, el ahora fiscal detuvo a 72 personas sólo porque se los encontró al paso y es que, al parecer, el Cartel de Sinaloa sigue operando en el mercado.